lunes, 16 de agosto de 2010

El burka playero

Así los queremos ver, como el M. Phelps
Ahora que está tan de moda prohibir , yo propongo, en nombre de la defensa del derecho de las mujeres a no dejarse maltratar visualmente por los hombres, que se prohíba terminantemente el uso de los bermudas en la playa. 

     Desde un tiempo a esta parte llevo fijándome que los hombres actuales, cuando van a la playa se ocultan tras un amplio bermuda, o a veces, algo peor, tras un bañador que recuerda mucho, si es que no lo es en versión renovada, a aquel supuestamente casto meyba de la era franquista, que dejaba ver con toda claridad lo que pretendía ocultar según la posición del trasero y de las piernas del varón que lo lucía. 
    Ahora que está tan de moda prohibir cualquier cosa que una minoría no le guste, yo propongo, en nombre de la defensa del derecho de las mujeres a no dejarse maltratar visualmente por los hombres, que se prohíba terminantemente el uso de los bermudas, ese burka masculino, en cualquier lugar público designado para encontrar plan y ligar, por ejemplo playas y piscinas. ¡Cuántos chascos no nos habremos llevado después de dejarnos llevar al huerto, o de tanto trabajarnos a ese tío que parecía estar tan bueno! 
    En mi modesta y femenina opinión, es de una gran injusticia que los hombres nos puedan catar visualmente en playas y piscinas y nosotras no podamos hacer lo mismo con ellos. Las féminas solemos presentarnos en esos lugares con la ropa reducida a la más mínima expresión, en ocasiones apenas un pequeño triángulo que nos cubre… eso que todos sabemos qué. Cualquier macho ligón y chuloplaya a la caza del ligue veraniego puede analizar, estudiar y examinar con entera libertad tetas, culo y piernas, e incluso casi la entrepierna, de la pieza que quiere cobrar. 
    Y sin embargo, nosotras, las féminas, ¿qué podemos analizar, estudiar y examinar cuando vamos a la caza? Poca cosa. Del ombligo para arriba y de las rodillas para abajo. Acertar con un tío con todo lo que tiene que tener en la entrepierna es como la lotería o los euromillones. Una probabilidad entre miles de millones, y encima, sin poder cobrar el reintegro. 
   En conclusión, propongo que se prohíba el uso de los bermudas, o calzones tipo meyba, a todos los varones que todavía estén en condiciones de… eso, ya saben (que si lo pongo clarito y con todas las letras, igual viene algún censor de esos de la web y me lo borra) y se les obligue a lucir un bañador slip, ajustado como el de los nadadores de hace algunos años. Una prenda que además de ser mucho más sexy, favorecedora y atractiva que el maldito calzón largo, permita, si no ver, al menos intuir, lo que de verdad tiene un tío en la entrepierna. Más que nada para ahorrarnos a las mujeres el chasco de que después de todo ese trabajo para llevarnos al huerto a un varón que parece de buen ver, lo que el tío tiene en la entrepierna no es más que una mierdecilla que, una vez expandida, no llega ni a cruzar el umbral.